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Lengua y literatura: argumentar improvisando y el reto de las galletitas

  • Foto del escritor: Ara Niqui
    Ara Niqui
  • 20 oct 2022
  • 2 Min. de lectura

A veces ser docente es agotador. Constantemente buscas y rebuscas en tu cabeza ideas de actividades que hacer con el alumnado para que encuentre en tu asignatura ese gusto por el aprendizaje de la materia. Soy consciente de que Lengua y Literatura no suele ser la asignatura favorita de muchos estudiantes y, por eso, me esfuerzo muchísimo en crear en mis clases un espacio seguro donde los contenidos den pie a reflexiones e introspecciones, tanto orales como escritas, de cualquier índole.


Es por esto que me permito sorprender a mi alumnado con actividades "random", para que comprendan que mi asignatura sirve para mucho más que para saber lo que es un verbo, un Sujeto o un Grupo Preposicional. Mi asignatura sirve también para saber argumentar.


Así pues, en una de las semanas más ajetreadas de trabajo, me vino la inspiración: el argumento de las galletitas. Y todo esto porque tenía unas pastas en casa que no sabía cómo gastar...


Al entrar en clase, he dado a cada alumno una galletita y les he dicho que no podían comérsela. Esto es genial, sobre todo, si sabes que tus alumnos son unos glotones y las repartes antes del recreo. A más de uno se le iba a "saltar la hiel", como decimos en Córdoba. ¡Qué risas! No puedo negar que todos ellos tienen una fuerza de voluntad increíble porque, a pesar de que no entendían a qué venía esto, me hicieron caso.


Después de un momento de duda y, por qué no decirlo, rencor hacia mí, les dije que debían convencerme para que yo les dejase comer la galletita con argumentos sólidos y, en el momento en el que yo no pudiese rebatírselos, podrían comérsela. Así que han ido levantando la mano y exponiendo los razonamientos por los que debían comerse la galletita mientras yo les iba dando mi contra-argumentación. Ha sido increíble cómo los argumentos de una clase entera se han ido enlazando en contra de los míos (lo que hace el hambre, también os digo... ¡qué golosos!). Finalmente, la unión ha hecho la fuerza, y hemos "pigcoteado" un poco y aprovechado la inauguración de la actividad para hacernos una foto (cheeeeeese!).


Esta es una actividad que recomiendo mucho utilizar. Quizá no con galletitas, pero sí con cualquier otro alimento más saludable que seguro que está igual o más delicioso. Yo, después de esta prueba, seguiré haciendo este ejercicio con otras clases y viendo las distintas respuestas que obtengo de cada una.


¡A seguir inventando!




 
 
 

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